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Un Hasta Luego a México

Estimadas y estimados, Todo ciclo tiene un principio y un fin. El mío en México llegó. Por ello, quiero hacer llegar a todas y todos los mexicanos, mi más profundo agradecimiento por la amistad, apoyo y solidaridad con los que me recibieron y dieron durante estos largos años que trabajé con ustedes. Antes que nada, quiero también hacer llegar mis más sentidos agradecimientos y, en nombre de mi pueblo, respetos a este Gran Estado, apegado al Derecho Internacional y a la Justicia universal, por sus decisiones inquebrantables con los que trata los problemas internacionales. Entre ellos su clara y permanente posición del derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación y a la libertad de decidir su futuro, así como, el respeto a los Derechos Humanos. Desde el 2005 y hasta el día de hoy, tuve la oportunidad de conocer la mayor parte de los Estados de la República Mexicana. Sé que no podría decirles todo lo que siento; ni podría, ni tengo palabras para externar los sentimientos que tengo por México, sus autoridades y su pueblo. Me siento muy afortunado de haber sido designado para representar al Pueblo Saharaui y su causa aquí, en este hermoso y solidario país, por lo que agradezco a mis superiores esa honrosa tarea. Mi cariño, amor y amistad a ustedes es como el árbol: regándolo diariamente crece, y así haré siempre para que nuestra amistad esté allí eternamente. Me satisfizo el haber conocido tantos hombres y mujeres solidarios de los diversos campos: actoral, educativo, universitario, periodístico, político y diplomático; mexicanos y de otras nacionalidades, simples ciudadanos y muchos más. Amigas y amigos todos, que arroparon conmigo la causa saharaui y la hicieron suya. Juntos emprendimos acciones en muchos ámbitos para hacer evidente la causa saharaui en México. Todos contribuyeron a hacer visible lo que en muchos otros lugares es invisible. Personalmente crecí en los brazos de este México lindo y querido; formándome en la majestuosa UNAM, en la Escuela de Acupuntura y en la Asociación Americana de Hipnosis, A.C. En la Academia Mexicana de Derecho Internacional, donde tuve la oportunidad de realizar un máster y en la Escuela Mexicana de Reiki. El honor de tener Doctor Honoris Causa del Claustro Doctoral Iberoamericano y del Claustro del Instituto Mexicano de Líderes de Excelencia, así como la publicación de diversos libros, decenas de conferencias y charlas en universidades y casas de cultura, entre otros muchos sitios, y muchas más cosas de las que me siento agradecido con México, en mi vida personal, académica y profesional.


Me enorgullece haber tenido la oportunidad de conocer la extraordinaria historia mexicana, comida y costumbres, aunque nunca aprendí a comer el chile. La majestuosa celebración por el día de muertos, los días patrios, los bellísimos museos, los murales, los pueblos y comunidades, las pirámides y las playas y otros muchos ancestrales aspectos de este inmenso país.


En estos momentos siento profundos sentimientos, ya que estoy repasando papeles, fotos, notas, correos electrónicos, tarjetas, etc. y recogiendo los menesteres de este beduino servidor de ustedes, preparándose para continuar su camino en busca de otros lares, para difundir su causa y buscar apoyo a ella.


Por todo esto y más, no tengan la menor duda, de que ha sido para mí un honor y un enorme placer haber estado en México; donde descubrí un pueblo noble, sonriente, cálido y hospitalario. Un honor monumental y placer atrayente al estar entre todos ustedes. Me sentí, y sé que me seguiré sintiendo entre amigos, grupos, asociaciones y colectivos que aman la paz, la justicia y la humanidad. Todos lucharon conmigo por los derechos de un pueblo hermano con el que comparten historia y cultura.


Aunque no tengo frases, ni versos para expresar lo que tengo en mente y corazón, les repito mi más profunda manifestación de agradecimiento y gratitud por ese calor humano y, mi reconocimiento al cariño, simpatía y respeto con los que he contado durante estos años de labor. Me voy con recuerdos inolvidables y una gran admiración, con la seguridad y confianza de que hemos construido una red que enriquece la amplia solidaridad y hermandad entre el pueblo saharaui y el pueblo mexicano. Me voy pero regresaré.


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