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El Frente POLISARIO

El Frente Popular de Liberación de Saguia el Hamra y Río de Oro (Frente POLISARIO) fue fundado el 10 de mayo de 1973 con el propósito de lograr la independencia del territorio del Sáhara Occidental de la presencial colonial española. Se trata de un movimiento de liberación nacional, democrático y anticolonialista, que se inspiró del Movimiento para la Liberación del Sáhara (MLS) que había sido creado en 1967 bajo el liderazgo de Mohamed Sidi Brahim Bassiri, quien se encuentra en calidad de desaparecido desde el 17 de junio de 1970, luego de formar parte de una serie de manifestaciones hechas en el Aaiún en contra las autoridades españolas, las cuales fueron violentamente reprimidas.

Previo a la creación del MLS ya se podían ubicar diferentes intentos de organizaciones de reivindicación nacional por parte de la población saharaui, sin embargo, fue hasta este punto que la actividad comenzó a fortalecerse aglutinando a diversos sectores de la sociedad. Como respuesta, en 1969 el gobierno del Sáhara Español comenzó una serie de persecuciones y detenciones, lo que llevó a la inevitable dispersión del Movimiento, mas no al final de la reivindicación independentista, que renació de manera sólida con la creación del Frente POLISARIO.

Entre los objetivos que se planteó el Frente, se destacan la liberación de cualquier forma de colonialismo, la construcción de un régimen republicano que garantice la pluralidad en la participación política de la población saharaui, la distribución equitativa de la riqueza y el respeto a los derechos fundamentales, y la edificación de un aparato institucional que permita garantizar el acceso a servicios básicos como la salud, la educación y la vivienda para todas y todos los habitantes.

A pesar de que el POLISARIO siempre ha sido partidario de las negociaciones pacíficas, frente a la negativa de la potencia española de cumplir el deseo y derecho del pueblo saharaui de construir un Estado nacional, lo que fue evidente en el aplazamiento de la organización del referéndum para la autodeterminación (al que se veía presionado por parte del Comité Especial de Descolonización de la ONU), el 20 de mayo del 1973 comenzaron los primeros enfrentamientos armados, que superaron rápidamente la capacidad de respuesta de las fuerzas españolas gracias al dominio del terreno y a la creciente ola de simpatizantes que fueron incorporándose a las filas del recién nacido Ejército de Liberación Popular Saharaui (ELPS).

Para 1975, la misión visitadora de las Naciones Unidas reconoció al movimiento como el representante legítimo del pueblo saharaui, al ser la fuerza política dominante; sin embargo, el 14 de noviembre de ese mismo año se llevaron a cabo los Acuerdos Tripartitos de Madrid, a través de los cuales, España, a espaldas del pueblo saharaui en flagrante violación de sus propias leyes y las de la propia ONU, pactó dividir el Sáhara con Marruecos y Mauritania.​ Estos intereses expansionistas de los países vecinos tomaron fuerza desde 1974, especialmente con el apoyo francés, que para ese momento se materializó a través de la ocupación militar.

Inicialmente, Hassan II, rey de Marruecos, esperaba que luego de aprovechar la debilidad española y el lecho de muerte de Franco en España, pudiera tomar el control del Sáhara sin mayor contratiempo, con un movimiento anexionista rápido y poco llamativo, especialmente en reconocimiento de la fuerza de su ejército y la débil capacidad armada del Frente POLISARIO en ese entonces, pero no contó con la férrea voluntad del movimiento que no solo los llevó a resistir una lucha armada que se extendió hasta 1991, sino a configurarse como un oponente que fue tomando cada vez más fuerza y reconocimiento.

Como respuesta a aquella intervención de los vecinos africanos y luego del posible vacío político que hubiera supuesto el abandono español, el POLISARIO y el Consejo Nacional Saharaui proclamaron, el 27 de febrero de 1976, la República Árabe Saharaui Democrática en Bir Lehlu, territorio que actualmente se encuentra en las zonas liberadas del Sáhara.

El 5 de agosto de 1979, después de varios años de lucha frontal, el Frente alcanzó un acuerdo con Mauritania, por medio del cual este país vecino se retiró del territorio que ocupaba. No obstante, Marruecos lo anexionó al espacio que ya tenía bajo su control, ampliando así la zona ocupada por el reino alauita. Como resultado, la ONU aprobó una resolución en la que se reconoció a Marruecos como la potencia ocupante y al Frente POLISARIO como el legítimo

representante del pueblo saharaui.​ A pesar de dicha resolución, entre 1981 y 1987 Marruecos construyó una serie de muros militares, llegando a alcanzar una longitud de aproximadamente 2,720 kilómetros, con los que rodeó el territorio del Sáhara. El resultado de esta manifiesta violación, es la limitación de la movilidad de la población saharaui, que ha dividido a las familias entre aquellos integrantes que quedaron atrapados en las zonas ocupadas y aquellos que se vieron obligados a partir al exilio.

Luego de 16 años, y a propuesta de la ONU y la antigua Organización para la Unidad africana (OUA), actual Unión africana (UA), en 1991 se alcanzó el alto al fuego y con ello se creó la Misión de las Naciones Unidas para la celebración del referéndum de autodeterminación en el Sáhara Occidental (MINURSO), con el objetivo de vigilar el cumplimiento de los acuerdos de paz y preparar el terreno para la realización del referéndum previsto para enero de 1992. Con él, se pretendía cumplir la legalidad internacional aplicable a los países que fueron colonias y poner a fin al colonialismo en África. Sin embargo, su celebración no se ha materializado desde entonces debido a la constante obstaculización por parte de las fuerzas marroquíes. A pesar de esto, las negociaciones se han mantenido bajo el auspicio de las Naciones Unidas, sin alcanzar un acuerdo que asegure el goce del derecho a la autodeterminación, en detrimento de lo exigido por instancias internacionales como la Corte Internacional de Justicia de la Haya y la misma ONU, tanto en la Asamblea General como en su Consejo de Seguridad.

De esta manera, luego de 47 años de existencia, nuestra mayor fortaleza ha sido la unión en torno al Frente POLISARIO, como el único representante legítimo del pueblo saharaui, con presencia en distintos países y una organización política sólida que aún espera que a su pueblo le sea permitido ejercer su derecho a la autodeterminación para poner fin a la ocupación del reino de Marruecos.

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