La RASD en la Unión Africana
Desde la creación de la Organización para la Unidad Africana (OUA), en la década de los sesenta del siglo pasado, el tema de la descolonización del Sáhara ha tenido amplias consideraciones dentro de la misma debido a que más de la mitad del continente africado ha sufrido en carne propia procesos de colonización y descolonización, por ello, el apoyo al derecho del pueblo saharaui es unánime e histórico.
En la Asamblea de 1977 en la ciudad de Lipervill, una delegación de la RASD fue invitada a exponer su postura frente al pleno, lo que luego hizo posible que se creara un Comité encargado de hallar vías de solución frente la ocupación militar por parte de Marruecos al Sáhara Occidental, a pesar de reconocer las negativas de los países ocupantes. Para 1981, el rey Hassan II expresó, frente a la Asamblea, su compromiso por hacer posible la celebración del referéndum de autodeterminación, aunque eso no significó su realización. En contraposición, en 1982 la OUA, ante el insistente incumplimiento de los compromisos contraídos por Marruecos con con la OUA RECONOCIÓ a la RASD como Estado de pleno derecho y fue invitado al seno de la organización continental.
Desde entonces, la RASD tuvo una participación muy activa, hasta su disolución el 9 de julio de 2002, lo que, en su lugar, dio paso al proceso de integración más importante del continente: la Unión Africana. Dentro de esta organización, la RASD es reconocida como miembro fundador y, por el contrario, Marruecos se mantuvo fuera hasta el 2017, año en que solicitó y se aceptó su incorporación, representando así un compromiso público y de Estado por respetar los principios fundacionales de la organización (UA), entre los que destacan la defensa de la soberanía e independencia de los Estados miembros, y la promoción de la paz en el continente. Sin embargo, de facto esto es violado por el reino.
En contraste, la participación de la RASD en la Unión Africana ha favorecido el reconocimiento de la lucha saharaui con la creación de misiones de investigación, enviados especiales para reconocer la situación que se vive, y constantes posicionamientos a través de conferencias y declaraciones; así como una activa participación en el seno de la UA.